El día que en la reunión mensual de Gorditos Anónimos me presenté y dije que no me gustaba comer helado casi fui expulsado con violencia de la sala de juntas donde, mes con mes, nos juntamos a hablar de lo que nos gusta comer y de los nuevos sabores que encontramos en el camino. Pero alguien habló de Tlayudas y nos pusimos a salivar en conjunto y en armonía.
Un día caminando por Coyoacán, en el sur de la Ciudad de México, vi un local pequeñito en la calle de Malintzin, casi en la esquina con Av. México, y me llamó la atención que vendían galletas de chocolate (¡Yummm!) y de cacahuate (¡Muy deliciosas!) así que me acerqué y compré unas y me ganó la curiosidad al ver que tenían helados de sabores poco comunes pero no extravagantes. Así que me aventuré a probarlos. Muy amablemente y con toda la paciencia del mundo me dieron a probar algunos sabores de helados y nieves. No recuerdo que elegí aquella vez, quizás caramelo con sal (Todavía sueño con ese helado), pero lo que sí sé es que: ¡gracias a Picnic ahora amo los helados!
Entendí porque la gente va por helado a Coyoacán y no sólo por esquites.
En Picnic no siempre se encuentran los mismos sabores: puede haber de pay de limón, de galletas y leche, de café, de rol de canela, de guayaba y jengibre, de matcha, de té negro, de toronja, de tiramisú… y el último que comí era de higo con yogur. Siempre es una sorpresa y ahora sé, después de varios helados, que siempre será una sorpresa deliciosa.
Además de los helados, las galletas y el INCREÍBLE pastel de chocolate (si cuando vayan hay pastel de chocolate, háganse un favor y compren un pedazo, no lo compartan con nadie, no se van a arrepentir), lo mejor de Picnic es la atención y calidez de Fausto y de Carolina, siempre amables, cariñosos, pacientes (porque no es fácil elegir sabores a veces), atentos, increíbles. Son de esas personas que hacen que recuperes la esperanza en la humanidad y eso es mucho decir en nuestra caótica Ciudad de México.
Abre de 11:00 am a 8:00 pm, de martes a domingo y está en la calle Malintzin 205-2, en la Colonia del Carmen, Coyoacán. En Facebook los encuentran como Picnic Helados y en Instagram como @picnichelados.
Picnic es además un lugar ideal para comenzar o terminar una visita a Coyoacán porque está a unas cuadras del Jardín Hidalgo, de la calle Francisco Sosa (supuestamente una de las 10 calles más hermosas del mundo), de la Iglesia, del mercado, de las casas-museos Frida Kahlo y de León Trotsky, de los Viveros, algo cerca de la Cineteca Nacional y de lugares deliciosos para comprar pan y los tradicionales elotes, esquites y cafecitos por lo que miles de Gorditos Anónimos vamos como en peregrinaje a esa zona de nuestra ciudad.
Oso Comegalletas
Miembro de Gorditos Anónimos
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