El texto inicialmente fue escrito en un momento de rabia, frustración e impotencia, un día en el que las continuas noticias en redes sociales y medios de comunicación no paraban de referirse a los miles de asesinatos y violaciones de niñas, niños, mujeres y hasta animales, a manos de hombres que no pueden controlar sus “impulsos sexuales”.
Hoy, más calmada (pero no menos indignada),reformularé un poco esta idea que va con la finalidad de sí criticar pero también de invitar a la reflexión y autoevaluación sobre qué tipo de actitudes tenemos desde nuestra construcción social sobre lo que debemos ser dependiendo de nuestro género.
Les voy a ser muy sincera, me choca que este movimiento contra la violencia de género se convierta en una lucha encarnizada de hombres contra mujeres, hombres contra hombres, mujeres contra mujeres y humanidad contra el mundo; pero la cantidad de notas sobre la extrema violencia que se está ejerciendo sobre las mujeres (de cualquier edad y estrato social) me saca de mis casillas.
Me pregunto: ¿qué pasa cuando un hombre lee este tipo de notas?, por muchas respuestas que se pueden leer pareciera que nada... y entonces me lleva a otro cuestionamiento ¿en serio seguirán con la justificación de que tienen instintos y que por eso hacen este tipo de cosas? ¿Qué tipo de motivación podría llevar a alguien a forzar, violar y ultrajar a otra persona o algún ser vivo que en muchos aspectos está en desventaja (tamaño, edad, raciocinio, etc.); pareciera que la vulnerabilidad es una de las principales motivaciones y es por eso que son los “seres indefensos” las principales víctimas (niños y niñas, ancianas, perros). ¿De verdad qué clase de impulsos tan primitivos tienen que no pueden controlarse y discernir sobre lo que es bueno y lo que es malo?.
Es claro que no todos los hombres violan ni asesinan. Me siento cansada en que continúe esa idea tan equivocada y absurda sobre lo que debe de ser un hombre y una mujer (no eximo para nada a las mujeres de reproducir también estas ideas limitantes y ser, en ocasiones, las principales enemigas de los movimientos en defensa por la equidad), estoy cansada de que no se atrevan a romper estos paradigmas que les obligan a comportarse como seres primitivos guiados por sus impulsos más básicos y que sirve como justificación para actuar violentamente hacia animales, niños y mujeres.
Hay que dejar de lado el discurso que se tiene tan arraigado entre muchos hombres y medios de que comprenden lo que vivimos las mujeres porque tienen hermanas, madres, tías y bla bla bla...lo que quiero que entiendan es que queremos su empatía porque somos PERSONAS como ustedes. ¡Carajo!
No somos animalitos débiles que necesitamos ser cuidadas porque seremos las futuras madres de la humanidad como Vírgenes María, porque somos delicadas y tontitas. Hay mujeres malas que causan dolor y sufrimiento, violentas con sus parejas, con su familia, con sus compañeros de trabajo, asesinas, criminales también, así como hay hombres muy buenos que son ejemplo a seguir; la maldad y bondad es parte de ser humanos; sin embargo les digo algo importante: queremos respeto porque somos personas con derecho a ser libres, no nacimos con la intención de esperar a que nos crezcan las chichis y las nalgas para que ustedes se deleiten y nos miren cada vez que se les antoje. No nos vuelvan objetos. Vean y dense cuenta que somos seres humanos como ustedes con derecho de vivir la vida libre de violencia, de transitar, de trabajar, caminar y vivir ¡sin miedo!
México, nuestro país está cabrón: hay delincuencia, pocas oportunidades, ustedes (hombres) viven con miedo de ser asaltados, asesinados, secuestrados, reclutados por el crimen organizado pero ¿qué creen? Nosotras también tenemos esos miedos y además le tenemos que sumar el miedo de que un pendejo se le antoje manosearnos, mironearnos u obligarnos a hacer cosas sexuales en contra de nuestra voluntad porque cree que somos un objeto y que además somos un objeto de tan poca valía que merece ser desechado. ¡Ya por favor! Tristemente, esto no sólo ocurre en México, ni en Latinoamérica, es un fenómeno global.
De verdad, no es una guerra, reclamo o reproche, es una invitación a la introspección.
Según datos de María Salguero, geofísica realizadora del mapa de feminicidios en México, en 2019 asesinaron a 3825 mujeres; viéndose un incremento del 6% con respecto a 2018. En México se asesinan entre 10 y 11 mujeres al día
C'est fini.
Texto: Laura ReBor
Imagen: Autor desconocido
(si tienen información favor de compartir).
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