Cuando nos preguntamos acerca de cuál es la idea que las mujeres construyen acerca de las experiencias ante el espacio público, sin duda encontramos un sinfín de perspectivas, sin embargo, la noche determina la falta de apropiación, imaginarios y demás percepciones negativas que se crean y reproducen en el ámbito de lo femenino en relación a lo urbano.
Escuchar este tipo de discursos son comunes cuando se pone atención a las conversaciones ajenas en espacios callejeros, en el ámbito laboral tanto por hombres y mujeres, en un ambiente familiar, o incluso en aquellos estudios dirigidos hacia dicho tema.
Las representaciones donde los caminos se encuentran caracterizados por calles solitarias, poca luminaria y de difícil accesibilidad por su estrechez, hacen observar a través del cerrojo los cuentos de terror, donde la noche es el inicio de lo que está por acontecer de manera inesperada, así, la penumbra y la falta de claridad ante la mira de los peatones, en algunas ocasiones, llegan a generar miedo o pánico, según las circunstancias.
Mediante el cine, la literatura, las crónicas y demás historias macabras ocurridas en los espacios públicos, nos encontramos un sinfín de ideas en las cuales podemos hacer alusión a este tipo de construcciones, las cuales se ven reflejadas en la percepción que construimos de lo que nos rodea durante la noche.
De esta manera, es que los caminos, trayectos y pasajes cotidianos retoman una atmósfera en la cual los riesgos se hacen latente ante la mirada femenina.
Andar “solas” a “altas” horas de la noche, son construcciones que se han heredado de manera histórica, sin embargo, cada día las diferentes necesidades económicas y culturales que permean la sociedad, invitan a realizar actividades que no solo se relacionan ante el espacio público, sino a la oscuridad que demandan los diferentes horarios que encabezan dichas actividades.
En el filme una chica regresa sola a casa de noche (Ana Lily Amirpour, Estados Unidos, 2014) nos permite distinguir un mundo oscuro y subterráneo, donde la historia clásica de vampiros es representada por un ente femenino, en el cual la protagonista propone una transgresión al momento de apropiarse del espacio público de noche.
A través de los poderes sobrenaturales que manifiesta la protagonista en la cinta, es que ésta mantiene la apropiación de cualquier espacio que ella desee tener durante la noche. La sed de justicia ante aquellas acciones que vejan a las mujeres, la libertad de transitar por avenidas y ejercer una independencia “solitaria por las calles”, son los grandes símbolos manifestados durante la trama.
Existen en la ficción y lo mundano, aquellas mujeres aguerridas que se apropian del espacio público por diferentes razones, estas pueden llegar a estar determinadas por su posición ideológica a través de diferentes manifestaciones; peregrinaciones, bandas de rock, carreras atléticas, y demás actividades colectivas representadas por lo femenino, sin embargo, la movilidad que las mujeres mantienen cada vez con mayor frecuencia, continúan siendo determinadas por la oscuridad.
Andrea Dolores Alderete Islas
Ciudad de México
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