Pocas son las ciudades o los países donde no hay perros-gatos callejeros, Holanda es uno de los pocos países que han logrado que ningún animalito de compañía esté en la calle; sin embargo, son más las ciudades donde el vaivén callejero, el pepenar en el basurero, mendigar un bocado para amortiguar el hambre de todo un día, beber de un charco de agua sucia, el acercase a un humano esperando una caricia y sólo recibir una patada, que lo lastima y lo minimiza; entre otras situaciones -por mencionar algunas-, son el pan de cada día de un animal que vive en la calle.
En la actualidad, las generaciones más jóvenes apuestan por gastar miles de pesos en perritos que están de moda, que los hace sentir bien y tener algún tipo de estatus al tenerlos, pero ¿qué tiene de malo un Lomito o un Mishi sin raza? Además, quienes compran un perrito (como si fuera un objeto y no un ser vivo) no contemplan todas las situaciones que se dieron alrededor de su llegada a la tienda, tal vez, una madre y padre explotados para procreación, malos tratos en la tienda o si es que no los hubieran comprado, les esperaría la muerte porque un perro en venta adulto no es concebible, todos babean por un cachorrito.
Pero ¿qué pasa cuando el cachorrito crece y ocupa mucho espacio? O ¿cuándo se enferma? O ¿cuándo empieza a romper todo? En muchos de los casos se va a la calle y sufre de abandono.
No se tiene la noción de la responsabilidad y el compromiso que conllevan convivir con otro ser vivo, si bien, no son niños, ni nuestros hijos, sí necesitan cuidados, atención tanto médica como emocional y sobre todo paciencia; así que no se debe de tomar a la ligera su adopción.
En la actualidad, ¿cuántos rescatistas de animales hay? O ¿cuántas personas deciden darle hogar a un animalito de la calle (Mishi o Lomito)?
Supongo que pocos como para darse abasto ante los casos de abandono y maltrato.
Tan trillado pero cierto: Un animal no es un juguete, es un ser vivo"; de ahí la importancia de esterilizar.
Podemos poner un grano de arena al aplicar el mantra:
Atrapa - esteriliza - libera.
¿Alguna vez has tenido la oportunidad de ver cómo cambia la mirada de un Mishi o Lomito de la calle al recibir una caricia o cuando es adoptado y duerme por primera vez en su vida en un lugar calientito con mucho afecto?; su vida cambia por completo, su mirada es de felicidad, gratitud, un reflejo del amor puro.
Date la oportunidad de rescatar y amar a un peludo de la calle y verás cómo cambia no sólo su vida, sino de tu propia vida, y por favor: adopta, no compres.
Hay muchas historias de adopción y compartirlas en las redes sociales o con los amigos y familiares ayuda a ilustrar todos los beneficios y las responsabilidades que conlleva rescatar la vida de un animalito de la calle.
Ilustración: Autor desconocido (si tienen información favor de compartir).
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Texto:
Liliana Alva
@Musa_de_colores
&
Laura ReBor
@LaReBor
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